Todo comenzó con un sueño sionista
La historia de nuestra comunidad comenzó hace más de 10 años, un trabajo en progreso que ha sido realizado en conjunto con nuestra Rabina voluntaria Elyse Goldstein, quien fue ordenada en la HUC-JIR en 1983 y es bien conocida a lo largo del movimiento Reformista. El nacimiento y mera existencia de nuestra sinagoga han sido con la sola y genuina intención de vivir y desarrollar el Judaísmo Progresista en Guatemala. Adat Israel como han de saber, es una comunidad fundada por judíos por elección; personas concienzudas y responsables que pasaron por el debido proceso, regulado por la ley judía y supervisado por autoridades rabínicas autorizadas de nuestro movimiento Reformista, todo con el fin de ser parte del pueblo judío.
Rony Veliz, como algunos han leído en el boletín de Anat Hoffman, es y ha sido miembro de nuestra comunidad desde el comienzo de nuestra historia. Vive en Antigua Guatemala a unos 45 minutos de la ciudad capital. Es dentista y fue criado como evangélico, una religión que abandonó cuando tenía 15 años. A los 27 años encontró el judaísmo y decidió que esa era la pasión de su vida, lo que lo llevó a completar su proceso de conversión en 2014. Rony ha sido un miembro activo y constante de nuestra sinagoga, desde su participación en servicios y festividades, hasta sus aportes y donaciones para el desarrollo de la misma. Su amor por el judaísmo y el estado de Israel culminó en la máxima expresión sionista: hacer aliyah y lograr su sueño de vivir en Israel. Esta solicitud ha sido denegada y esto debe preocuparnos a todos.
El Ministerio del Interior de Israel no quiere aprobar la legitimidad de Adat Israel como comunidad judía a pesar de ser miembros activos y afiliados a la WUPJ desde 2012. ¿Su razón? Nuestra comunidad fue fundada por conversos. Debido a la solicitud de aliyah rechazada, Rony ha recurrido a IRAC (Israel Religious Action Center) para luchar el caso ante un juez. El problema ha desencadenado una cadena de cuestionamientos: si Adat Israel no es aceptada como legítima, tampoco todas sus conversiones, y por ende tampoco el trabajo de todos los rabinos reformistas reconocidos que han ayudado al desarrollo y formación de nuestra sinagoga. No solo esto, al rechazar a Adat Israel como comunidad, el Ministerio del Interior está poniendo a prueba la autoridad de la WUPJ para reconocer y declarar a las comunidades válidas.
¿Cuál es la métrica con la que se debe medir para ser aceptado como judíos? ¿Qué determina nuestra condición de judíos, cuando una conversión legítima y la pertenencia al movimiento global no son suficientes? ¿Nuestro origen, nuestro color de piel, nuestro apellido, el nivel de observancia, cuánto sabemos sobre el judaísmo? ¿Qué más tenemos que hacer para ser considerados iguales?
Agradecemos mucho a la Rabina Elyse Goldstein, a Nicole Maor, nuestra abogada en IRAC, y por supuesto a Rony, por continuar esta lucha por un judaísmo más inclusivo y justo, por dar voz a todos aquellos judíos por elección y comunidades como la nuestra, y por abrazar a todos los que abrazan el judaísmo por amor genuino.
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Rebeca Orantes es la presidenta de la comunidad de Adat Israel en Guatemala. Dirige servicios religiosos todas las semanas para su comunidad y otras en la región. Actualmente se encuentra aplicando al seminario rabínico de la HUC-JIR.