“No me digas que me amas, demuéstramelo” ¿Cuántos de ustedes han dicho esa frase alguna vez o la han oído de un ser amado? ¿Alguna vez han “sabido” que son amados pero no lo han “sentido”? ¿Qué es el amor? ¿Cómo se transmite, cómo se demuestra?
Tu beAv es conocida como la fiesta del amor en nuestra tradición y en este breve artículo voy a compartir cómo entiendo yo el amor en la tradición judía. Cuando en la tradición judía se habla de amor no se habla de un sentimiento sino de un pacto. Un pacto entre D-s y su pueblo, un pacto entre el pueblo y D-s, un pacto entre el ser humano y sus semejantes. Un pacto tiene condiciones, derechos y responsabilidades por lo que entiendo el amor como ACCIONES.
Una de las maneras en las que aprendemos a ser humanos es a través de los atributos que definimos de D-s ya que hemos sido creados a imagen y semejanza de la Divinidad. Si queremos aprender a amar, aprender que es el amor, podemos recurrir a nuestras fuentes y ver como se describe el amor de D-s. En este caso cito de la tefilá diaria Ahavat Raba y los invito a inspirarnos en ella y a pensar con que formas, con que acciones demostramos y expresamos nuestro amor a nuestros seres queridos y como podemos potenciar el amor en el mundo.
[Con] gran amor nos has amado, Adonai, Dios nuestro; gran y sobreabundante compasión has tenido con nosotros. Nuestro Padre, nuestro Soberano, por el bien de nuestros padres que confiaron en ti y les enseñaste las leyes de la vida; así [también] agrácianos y enséñanos. Avinu Malkeinu, Padre misericordioso que tienes misericordia, ten piedad de nosotros y pon en nuestro corazón el entender y comprender y escuchar y estudiar y enseñar y guardar y hacer y preservar todas las palabras del estudio de Tu Torá con amor. E ilumina nuestros ojos en Tu Torá y haz que nuestro corazón se aferre a Tus mandamientos, y une nuestros corazones para amar y temer Tu nombre; y que nunca jamás nos avergoncemos. Puesto que hemos confiado en Tu grande y temible santo Nombre, regocijémonos y alegrémonos por Tu salvación. Y tráenos en paz desde los cuatro confines de la Tierra y condúcenos erguidos a nuestra Tierra; como Tú eres Dios que realiza salvaciones. Y nos has elegido entre todas las naciones y lenguas y nos has acercado a Tu gran nombre para siempre en verdad, para alabarte y unificarte con amor. Bendito eres Tú, Adonai, que escoges a Tu pueblo Israel, con amor.
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Rabina Tamara Schagas se incorpora al rabinato de la Congregação Israelita Paulista (CIP), regresando a América Latina después de casi veinte años en Israel, donde se graduó en Estudios Judíos y cursa un Máster en Educación Judía, ambos por la Universidad Hebrea de Jerusalén. Tati ya trabajaba como coordinadora de jóvenes y adultos jóvenes en la WUPJ incluso antes de estudiar para el rabinato en el Hebrew Union College de Jerusalén. Tati sirvió como rabina en varias comunidades, como el Templo Israel (Ciudad del Cabo), la Kol Haneshamá (Jerusalén) y la Comunitat Jueva Atid de Catalunya (Barcelona); y ha sido directora adjunta de educación de la organización “Rabinos por los Derechos Humanos en Israel”.