En una conmovedora demostración de unidad y acción por la justicia social, el último domingo de octubre, janijim, madrijim y mazkirut de Netzer Costa Rica se unieron para apoyar una institución dedicada a ayudar a niños en situación de vulnerabilidad. Estos jóvenes dedicados demostraron que los valores de Tikun Olam (reparar el mundo) de su comunidad no son solo palabras, sino un principio rector en sus vidas. El grupo ayudó a la institución FundaVida, que capacita a jóvenes costarricenses en situación de riesgo en comunidades empobrecidas. A través de actividades educativas extracurriculares, la institución promueve experiencias, socialización y aprendizaje sobre tecnología y otros temas destinados a garantizar el futuro de las generaciones más jóvenes de estas comunidades, preparándolas para el mercado de trabajo y para nuevos horizontes en su vida laboral y en la vida.
La fundadora y ex mazkirá de Netzer Costa Rica, Hannah Zango, explicó a la redacción de la UJR-AmLat sobre la acción de Tikun Olam, que implicó ayudar a FundaVida a construir su nuevo hogar:
“Lo que hicimos fue ayudarlos a trasladarse de un lugar a otro porque tenían que mover todos sus equipos, todos sus muebles, todas sus cosas que eran muy pesadas. Limpiamos las nuevas instalaciones para que las ventanas y los pisos estuvieran limpios para que pudieran continuar con sus actividades esta semana”.
Al finalizar la acción, los miembros de Netzer pudieron interactuar con jóvenes líderes de estas comunidades, quienes según el propio Netzer, son un verdadero ejemplo a seguir. La iniciativa tomada por Netzer Costa Rica es un testimonio del poder de la comunidad y la importancia de retribuir. Su participación no sólo marcó una diferencia tangible en las vidas de estos niños en riesgo, sino que también sirvió como un ejemplo inspirador de cómo las personas pueden tener un impacto positivo en el mundo cuando se unen con un objetivo común.
Sus esfuerzos nos recuerdan que la bondad no conoce fronteras y que la compasión y la empatía pueden cerrar brechas y llevar esperanza a quienes más la necesitan. En un mundo a menudo marcado por la división, especialmente en el momento en que vivimos, esta historia brilla como un faro de unidad y altruismo, mostrándonos que, independientemente de las diferencias, podemos unirnos para hacer del mundo un lugar mejor para quienes lo necesito mas..
Al final del mismo día, Netzer promovió un pequeño acto en honor a los rehenes del conflicto Israel-Hamás que aún se encuentran desaparecidos. Con este acto recordamos también a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad debido a un peligro que rodea a nuestros amigos y familiares que se encuentran en Israel y en todas las comunidades judías del mundo. Incluso en este momento, mostramos nuestra unidad y fuerza para que no sólo el judaísmo, sino nuestras acciones hacia el mundo que nos rodea continúen, nos fortalezcan y nos unan como sociedad.