En marzo de 2024, por invitación de Arzenu y la WUPJ, representantes de la Fundación Judaica participaron en una misión de solidaridad a Israel con otros líderes del movimiento reformista internacional.
Junto a esta misión, tuvo lugar en Jerusalén el Congreso de Organizaciones Sionistas Mundiales de la WZO, bajo el título de convocatoria “Los desafíos del pueblo judío”. Miriam Olchansky, presidenta de la Comunidad NCI-Emanu El, participó en el evento en representación de la WUPJ en asociación con Arzenu. Se debatieron 50 resoluciones que abordaron temas relacionados con el Movimiento Sionista, en respuesta a lo ocurrido el pasado 7 de octubre.
Miriam Olchansky formó parte de uno de los comités cuyo tema central fue el empoderamiento y la igualdad de las mujeres en la sociedad israelí. El movimiento reformista ha introducido con éxito varias resoluciones alineadas con nuestros valores, muchas de las cuales fueron apoyadas unánimemente.
La participación de miembros de nuestras comunidades en estos dos momentos demuestra la importancia y necesidad de nuestra participación como judías y judíos reformistas latinoamericanos en el diálogo y colaboración con Medinat Israel. Representantes de Fundación Judaica informaron sobre su participación, principalmente en la misión solidaria. La historia sigue:
Fuimos invitados y liderados por el Rab Sergio Bergman presidente de la WUPJ y Shoshanna Dweck presidente de Arzenu. Un grupo de 20 personas; referentes de distintas instituciones reformistas aquí en Argentina y en el mundo dimos nuestro presente.
No vamos a adentrarnos en el difícil conflicto geopolítico con Gaza. Este tema se lo dejaremos a quienes mejor conocen.
Si sentimos la necesidad de ser portavoces del horror en su máxima expresión y sus causas colaterales.
Como lideres estamos frente a un nuevo desafío solidario, donde es necesario accionar para lograr un cambio y traducir nuestros valores en acciones.
Israel no es ni será la misma, “Israel el día despues “ , saldrá fortalecida a partir de la oscuridad del 7/10. Esta fecha marcó una herida en cada de uno de los ciudadanos israelíes y la diáspora. Nos afectó a todos, fue y es una amenaza a toda la humanidad, es un acto terrorista. Pero una vez más, el mundo parece dormido quienes siguen negándose y continúan con sus ojos vendados. No olvidemos que estos terroristas no buscan eliminar únicamente a judíos e israelíes. Recordemos, el atentado de los 4 trenes en España 11-M. El atentado en el metro de Londres. Los atentados suicidas en Paris. Las torres gemelas en Estados Unidos, la embajada de Israel en Buenos Aires y la Amia, mutual judía.
Y la lista sigue … van a por todos.
En seis días fuimos testigos de las dos caras de la moneda. La primera es la fortaleza Israelí ante la adversidad y la unión de una nación quebrada respondiendo en el minuto uno luego de la masacre. Cada civil, cada líder nato fue capaz de organizar con calma cada situación. No hubo tiempo para lamentos.
Sin embargo la otra cara fue ver el horror mismo con nuestros propios ojos, recorrer las huellas de la destrucción y la muerte. Demoníaco. No existe palabra para describir tanto odio.
No recordamos a todos los nombres de quienes nos visitaron y a quienes fuimos a ver (ver si agregamos a todos) Si nos queda en la retina uno y cada de uno de ellos; civiles quienes dejaron sus puestos de trabajo y se uniformaron para salvar a sus ciudadanos y a la nación. Quienes ofrecieron sus instituciones para recibir evacuados de los barrios más afectados y hospitales recibiendo heridos en combate y aquellos quienes estuvieron cerca de estos ataques y fueron víctimas, directa o indirectamente. Historias hay miles. Todos unanimamente se repiten; no hay tiempo para pensar en el día después, hoy hay que trabajar para la gente.
Lo demás se hablará en su debido momento.
El objetivo pendiente es que los secuestrados vuelvan a casa, #Bringthemhomenow, se repite en cada rincón de Israel. Segundo y no menos importante; el apoyo y presencia de cada uno de nosotros; las visitas de todo el mundo, no hace más que devolverles esperanza y fuerza.
No están solos, no estamos solos. Todos somos uno, todos somos un pueblo:
AM ISRAEL JAI 🇮🇱
Berenice Arce- Carolina Baert- Miriam Olchansky – Iván Sucari
Fundación Judaica
