En tiempos de Covid-19, todas nuestras comunidades no sólo han seguido las recomendaciones y protocolos para la seguridad sanitaria de sus miembros, dirigentes y cuerpo litúrgico, sino que también han actuado internamente para la atención a las familias que atraviesan una situación particular que requiere cuidados especiales, y externamente, a través de diversas acciones, poniendo en práctica valores judíos básicos, como la Tzedaká y el Tikun Olam.
En el caso de Brasil, hace dos meses Manaos se convirtió en el epicentro de la crisis de la pandemia, con el estallido del número de víctimas de una variante del virus, agravado por el agotamiento de los suministros esenciales, tan emblemáticamente representado en la falta de oxígeno.
En cuanto a la geografía judía, la comunidad de Manaos se formó principalmente a partir de la oleada migratoria de judíos procedentes de Marruecos a principios del siglo XIX, durante el ciclo del caucho y, posteriormente, del café. Hoy, con aproximadamente 300 familias, la comunidad fue impactada en esta segunda ola de Covid-19, poniendo en marcha un conjunto de iniciativas, algunas de ellas financieras, otras de prestación de servicios, a través de su red de profesionales de la salud (la comunidad cuenta con aproximadamente 50 médicos).
Con la emergencia, varias comunidades de todo el país se pusieron en contacto con el Comitê Israelita do Amazonas (CIAM) ofreciendo apoyo a los esfuerzos en curso. La comunidad decidió unirse a la movilización nacional del Hospital Albert Einstein, canalizando toda la ayuda a esa iniciativa. “Vivimos en Manaus días de “terror”, los hospitales abarrotados, las personas muriéndose de la falta de oxígeno, que no pudo ser repuesto debido a la falta de mantenimiento en la infraestructura vial, – La sensación en momentos como este es que no somos parte de Brasil, la BR 319 necesita ser restaurada. Ellos (el Hospital Albert Einstein) compraron insumos y esa ayuda fue enviada en forma de productos, medicamentos, balas de oxígeno”. – dijo David Vital Israel, presidente del CIAM. La Embajada de Israel también movilizó a sus socios, enviando un cargamento de 1500 canastas de alimentos que se distribuyeron a las familias necesitadas. La cadena de tiendas Bemol, propiedad de judíos de la región, fue una de las principales redes de distribución local de las donaciones que llegaban de todo el país.
La pandemia nos llevó a cambios radicales en nuestros hábitos sociales, pero también nos acercó a las antiguas enseñanzas de nuestros sabios, de cuidar de nosotros mismos y del otro, con prontitud. “Si no soy por mí, ¿quién lo será? Si soy sólo por mí, ¿qué soy yo? Si no es ahora, ¿cuándo?” (Pirkei Avot 1:14)