Soy hijo de inmigrantes uruguayos. Mis padres llegaron a Brasil cuando aún eran jóvenes y construyeron su vida aquí. De ellos escuché por primera vez la frase: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. El refrán nos trae la idea y la imagen de que el andar en sí es más importante que el camino. ¿Es así?
Por supuesto hay valor en la acción. El placer de lograr algo, de sentir que no estamos detenidos sino en pleno movimiento. Todo esto es muy bueno y nos revitaliza. Experimenté esa sensación cuando, a lo largo de 40 días, recogí el Oriente Medio en un viaje que tuvo inspiración en un proyecto llamado El camino de Abraham, que propone recoger el camino del patriarca Abraham, desde que recibió la convocatoria de “ir hacia sí mismo” (Lej Lejá, en hebreo). Pasé por lugares nuevos y desconocidos, conocí nuevas culturas y personas. Caminar me hizo mirar y reflexionar acerca de mis pasos y desde allí escuchar mis voces y mis silencios. Sin embargo, hoy agrego dos preguntas más a mi mochila: para qué y hacia dónde caminar.
Una de mis palabras favoritas en el idioma hebreo es kavaná, mayormente traducida como intención del corazón. Kavaná viene de kivun, que significa orientación o direccionamiento. ¡Mi experiencia me ha enseñado que saber el por qué y hacia dónde caminamos tiene el poder de hacernos volar!
Nos acercamos a Pésaj, la fiesta que celebra la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto. En el desierto, ellos tenían una kavaná (intención del corazón) muy clara que era buscar la libertad y el rescate de su identidad. Pero en mi lectura del relato bíblico de Pésaj, subrayo un ingrediente fundamental: la fe. Creo que incluso con un objetivo tan claro y con valores tan vitales como lo son la libertad y la identidad, sin la fe, quizás esta travesía hubiese sido inviable. Sí, a veces es difícil. Ha sido muy difícil… Por veces nos perdemos en el camino o nos olvidamos del por qué y hacia dónde nos dirigimos.
Sigamos con vigor, con kavaná y apoyándonos mutuamente.
Andar con fe, voy.
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Ale Edelstein es actor, cantante y jazán de CIP – Congregação Israelita Paulista.