Sucot
סוכות
29 de septiembre a 6 de octubre
14 al 21 de Tishrei 5784
Rabino Adrian Fada
Sucot: la fiesta de las sensaciones
Sucot es la fiesta de las sensaciones, donde se nos invita durante siete días vivir, comer, estudiar y dormir en la suca.
En la suca, la realidad se parece más que nunca afuera y adentro. Nada cambia en nuestro sentir fuera o dentro de la suca. Si afuera hace frío adentro también hará frío, si afuera llueve y nos mojamos, adentro también nos mojaremos; es decir no hay escudo ni defensa posible fuera de nosotros mismos y nuestro prójimo.
En Sucot, a pesar de vivir en un sitio poco confortable, tenemos la costumbre de recibir visitas, de poder abrir nuestras puertas, como así también nuestro corazón mostrarnos tal cual somos, sin disfrazar ni ocultar nada y dar lo mejor de nosotros.
Martín Buber, uno de los grandes pensadores del pueblo judío, sostiene que hay tiempos en los que el hombre se siente en el mundo como en su hogar; y hay tiempos en que el hombre percibe su existencia en el mundo como si estuviera completamente abandonado, arrojado a
la intemperie.
Esta afirmación de Buber es sin duda palpable en la festividad de Sucot, durante la cual al colocarnos bajo el amparo de la endeble suca percibimos la intemperie, la fragilidad y también por el opuesto valoramos aquello que tenemos el resto del tiempo y que por su cotidianeidad y rutina hemos dejado de ver como algo digno de ser valorado.
Nuestra vida es como una gran Suca, hay en momentos en que nos sentimos frágiles, endebles, flaqueamos y sentimos que un simple viento nos puede sacar de nuestro eje, pero simplemente con ver la suca, uno se da cuenta que, a su vez, la vida es algo que uno construye con sus propias manos, donde le da su toque, su decoración, donde está en cada uno como nos queremos enfrentar la vida.
Sucot es la fiesta donde se nos ordena a estar alegres: “ve samajta ve jagueja” debemos alegrarnos por lo que tenemos por quienes somos, valorar lo que hacemos día a día.
Que está fiesta de sucot nos permita ser más sensibles ante las cosas, ser más sencillos y humildes en nuestras acciones y que cada uno de nosotros pueda descubrir en el otro ese interior dulce que, así como le ocurre al etrog (duro por fuera y tierno por dentro), muchas veces ocultamos.
Que este sucot nos permita abrir las puertas de nuestro corazón para poder mirarnos, y comprender al otro.
Jag sameaj!
Rab Adrian Fada
Judaica Belgrano.
NCI – Emanu el