Tisha beAv
תשעה באב
26 al 27 de julio de 2023
9 de Av 5783
Día de aflicción e inspiración[1]
“En el 9 de Av fue dictado que nuestros antepasados no ingresen en la tierra de Israel, se destruyeron el primer y el segundo Beit HaMikdash, se capturó y destruyó Betar.”[2]
Entre las lecturas litúrgicas del 9 de Av, encontramos escritos medievales que mencionan diferentes tragedias, persecuciones y asesinatos, que en diversas épocas y lugares padecieron los judíos. Supuestamente las calamidades ocurrían en este día nefasto, aunque dudosamente hayan coincidido. Fueron acomodadas en el calendario para reunir todo el mal en un solo día. “El 9 de Av, en diferentes años, fueron expulsados los judíos de Inglaterra, Francia, España y Austria, comenzó la primera guerra mundial, los judíos fueron llevados a los guetos, y fue eliminado el gueto de Varsovia”.[3] No queremos vivir todo el año con angustia y congoja, es por lo que a las tribulaciones las concentramos en un solo día.
“Dijeron (los sabios), el día que los enemigos entraron a la ciudad y destruyeron el Templo, había un judío fuera de Jerusalén arando, y vio que la vaca con la que araba se había tirado al suelo… Él la golpeaba hasta que escuchó una voz que le dijo: ¿Qué tienes con la vaca? Déjala, que grita por la destrucción y porque hoy se quema el Templo. Escuchó el hombre, inmediatamente rasgó sus ropas, se arrancó el cabello y gritó, se echó cenizas en la cabeza y lloró… Después de dos o tres horas, la vaca se puso de pie, bailó y se regocijó… Él escuchó una voz que le dijo: carga y ara porque en este momento nació el Mashiaj. El hombre escuchó, lavó su rostro, se levantó y feliz fue a su casa…”.[4]
Desde el mismo sufrimiento brota la redención. Ésta fecha de destrucción, al mismo tiempo que nos ayuda a sostener la memoria histórica de los sufrimientos, nos convoca a la fe y a la esperanza activa de la construcción de un mundo mejor, el tiempo mesiánico. “No pienses que en los días del Mashiaj se modificará la naturaleza, o que habrá alguna novedad en el comportamiento de la creación, sino que el mundo continuará de manera habitual”.[5] Tal como enseñó Rabán Iojanan ben Zakai, padre del judaísmo rabínico, quien vivió en la época de la destrucción del Beit HaMikdash: “Si tenías un esqueje en tu mano y te dijeron: -Ha llegado el Mashiaj-, primero planta, y recién después sal a recibirlo”.[6] El doceavo de los trece Principios de Fe de Maimónides dice: “Creo con firmeza absoluta en la llegada del Mashiaj, y aunque demore, así mismo cada día confío que vendrá”. El profesor Ishaiahu Leibovich enfatiza el “que vendrá”, conjugado en futuro. Lo mesiánico se conjuga en futuro. Enseñaba “que vendrá, todo Mashiaj que llega, (en tiempo presente,) es un Mashiaj falso”.
En la reforma clásica hubo quienes pensaron que el 9 de Av debía ser un día festivo, símbolo de la salida del lugar de “Reinado de sacerdotes y pueblo santo”,[7] y cuya función sería la de difundir el mensaje profético a la humanidad. Esta perspectiva, fue posteriormente dejada de lado. Recuperando paulatinamente con el nuevo estado el lugar del Israel histórico conjugándolo con la identidad judía.
En el 9 de Av hay quienes ayunan todo el día, quienes ayunan medio día, quienes leen Lamentaciones, quienes se dedican a las buenas acciones. Más allá de las prácticas y los rituales, la simbología y el sentido profundo para trabajar en este día quizá sea la aflicción y la inspiración. Recordar la destrucción y alentarnos a la construcción. Si el segundo Beit HaMikdash fue destruido por un odio más allá de la razón,[8] y en el mismo día nació el Mashiaj, ésta fecha es un tiempo consagrado a la motivación al amor más allá de la razón. Incentivarnos a unirnos en una familia, la humanidad “sin hambre, ni guerras, ni envidia ni competencia”.[9] Una casa, el mundo, donde podamos convivir en harmonía como “El lobo morará con el cordero, Y el leopardo se echará con el cabrito. El becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, Y un niño los conducirá”,[10] la humanidad en toda su diversidad.
Rab Damián Karo
[1] Inspirado en BaZman, Rabina Dalia Marx
[2] Mishná Taanit 4:6
[3] Sidur Ha-Avodá Shebalev (MARAM), 1982 página 225
[4] Midrash Zuta, Meguilat Ejá
[5] Maimónides Hiljot Melajim 12:1
[6] Abot de Rabí Natán, Nusaj B, capítulo 31
[7] Éxodo 19:6
[8] Talmud Babli Iomá 9b
[9] Maimonides Hiljot Melajim 12:5
[10] Isaías 11:6