Mi primera vez como delegada ante el WZC

Me pregunto cuántos realmente sabemos y conocemos la importancia y trascendencia del Congreso Sionista Mundial; hace algunos meses yo solo tenía conocimiento de algunas fechas, ciertos lugares donde se llevó a cabo y el nombre de alguien sumamente importante para todos nosotros: Theodor Herzl. No sabía de los desafíos ni de los esfuerzos que implica cuidar, nutrir y transformar por medio de un desarrollo proactivo esta conexión entre la Diáspora, el Estado de Israel y el rol que el congreso toma en todo esto.

Durante el mismo pude ver el nivel de organización y compromiso proveniente de los líderes de nuestro movimiento, sus palabras de motivación y urgencia mezcladas con sus ejemplos y roles hizo de la experiencia algo inolvidable e inspirador. Sin embargo no puedo no hacer mención de lo que ocurrió como resultado de las negociaciones y lo que esto significó para nosotros y es justamente ahora que sé la consecuencia de: No saber de los desafíos ni de los esfuerzos que implica cuidar, nutrir y transformar por medio de un desarrollo proactivo esta conexión entre la Diáspora, el Estado de Israel y el rol que el congreso toma en todo esto.

La falta de vocabulario, de conceptos, de conocimiento ante la estructura del congreso y sus funciones me llevó a la alarmante realización de que nuestra política no es explorada ni exitosamente fomentada en nuestras organizaciones religiosas o juveniles, y si no es por mi participación en esta ocasión, no hubiese visto la urgencia que tenemos en abrir un espacio para educar al respecto, algo que ahora no puedo ignorar.

Poder haber sido parte de ARZENU y trabajar en colaboración con instituciones que siguen y sostienen nuestros valores fue todo un despertar a cuan primordial y fundamental es educar e incitar – no solo a nuestros jóvenes y miembros de nuestras sinagogas – sino a nosotros mismos a tomar un rol participativo, crítico y viviente de lo que implica ser sionista. Agradezco la confianza y la oportunidad a todas aquellas personas que hicieron posible mi participación, entre ellas: al Rabino Sergio Bergman, Carole Sterling y a Lior Argaman.

Rebeca Orantes es presidenta de Adat Israel – Asociación Judía Reformista de Guatemala.

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