Siete días de reflexión – de Yom HaShoá a Yom HaAtzmaut

Iom haZikarón e Iom haAtzmaut

יום הזכרון ויום העצמאות

3-4 Iyar 5782

4-5 Mayo 2022

Siete días de reflexión – de Iom HaShoá a Iom HaAtzmaut

Uri Lam, rabino de la Congregação Israelita Templo Beth-El, São Paulo

Vicepresidente de Arzenu Brasil

 

Este año pude seguir la práctica de mis colegas en Israel, rabinos y rabinas, que decidieron ayunar en Yom HaShoá. Una práctica que reflejaba los Yamim Noraim, los diez días entre Rosh HaShaná y Yom Kipur. Si comenzamos el año nuevo judío con celebraciones y lo terminamos con ayuno, aquí llega una nueva tradición, que comienza con un ayuno y termina, siete días después, con celebraciones.

El rabino Josh Weinberg, vicepresidente de la Unión del Judaísmo Reformista para Israel y el Sionismo Reformista, así como director ejecutivo de ARZA, la Asociación Sionista Reformista de los Estados Unidos de América, destacó en un artículo reciente una sugerencia del rabino Mordejai “Moti” Rotem: que estos siete días entre Yom HaShoá y Yom HaAtzmaut sean rebautizados como Shivat Yemei Teudá, Siete Días de Testimonio.

Según el rabino Rotem, “durante los Siete Días de Testimonio, la nación de Israel necesita, como comunidad, examinarse a sí misma, comprobar de año en año hasta qué punto está logrando cumplir el destino que le ha tocado; su misión, el legado de muerte que ha dejado el Holocausto y el legado de vida que ofrece el Día de la Independencia…”

Como judío, reformista y sionista, quiero sugerir que estos siete días sean cumplidos por todo el pueblo judío, en todo el mundo. Como judíos y judías progresistas, tenemos la creatividad de incluir, en nuevos ritos, canciones, poemas y oraciones inspiradas en la tradición milenaria, pero creadas en los últimos 74 años; o desde el inicio del movimiento sionista moderno. Podemos promover encuentros, veladas musicales y literarias para reflexionar sobre los retos de Israel para el futuro: en el campo de la tecnología y el conocimiento; en la educación; en las relaciones entre judíos de diferentes procedencias religiosas y seculares, en la convivencia entre israelíes judíos y árabes; y en las relaciones de Israel con los palestinos y con las demás naciones del mundo.

Somos un pueblo que no olvida el pasado, pero que se mueve hacia el futuro. Entendemos que el camino hacia el futuro no transita sólo por senderos floridos. Nuestra lectura debe ser crítica: a los gobiernos y a los líderes antisemitas; a los que se plantean no Medinat Israel, sino una tierra imaginaria de Israel, que puede existir siempre que esté de acuerdo con los deseos y la visión mesiánica de sus grupos religiosos y políticos; y a la propia forma en que la política y la sociedad israelíes afrontan sus retos.

Para estos Siete Días de Testimonio me inspiran las palabras del rabino Josh Weinberg y propongo siete temas, uno para cada día:

  1. El Estado de Israel no fue un “premio de consolación” otorgado por la ONU y la comunidad internacional al pueblo judío a causa de la Shoá. El Estado de Israel tiene profundas raíces en la historia del pueblo de Israel [viviendo] en la Tierra de Israel desde las palabras de la Torá.
  2. Nosotros, judíos progresistas y sionistas, afirmamos el derecho irrenunciable a la existencia del Estado de Israel, soberano y democrático.
  3. Tenemos el deber moral de ser empáticos con el sufrimiento de otros pueblos. Israel y el pueblo judío se unen hoy en apoyo a los refugiados ucranianos, pero siempre debemos alzar la voz en apoyo de todos los pueblos apátridas o que sufren la opresión.
  4. El Shabat debe ser siempre una referencia para la celebración, el alivio del dolor y la preocupación, el aliento que alimenta el alma, el placer que revive el cuerpo.
  5. El Estado de Israel es para nosotros una referencia cultural, social, religiosa y espiritual; un granero de creación y renovación de valores y prácticas judías, en toda su diversidad, de generación en generación.
  6. El recuerdo de las vidas israelíes perdidas en guerras y atentados terroristas debe ir acompañado de ritos y de un periodo de ayuno, aún por determinar. Deberíamos incluir un kadish en memoria de cada israelí asesinado, ya que sentimos que son parte de nuestra familia y guardamos luto por ellos/ellas.
  7. ¡Son 74 años de independencia de Israel! Como judíos reformistas y sionistas, deberíamos celebrar Yom HaAtzmaut con actos, estudios, exposiciones y expresiones de la cultura israelí en el cine, el teatro, la danza y la música. Hoy es un día para conmemorar, festejar y celebrar. ¡Mazal Tov, Medinat Israel!

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